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Te veo desde lejos
Esas mismas manos
agarraron las mías
Ahora
Esas mismas manos
Descamisan a las perdices
Desollan a las liebres salvajes
Mancharse de tierra la uñas por ti
Arrodillarse ante ti
En una naturaleza que solo tu puedes conocer
Te encuentras a ti misma, no me necesitas
Solo pueden estar de oficio tus labios, tus manos
Servimos a lo perfecto, y al ideal
¡he escrito tu nombre en mis manos!
Así siempre te llevaré conmigo
Sigo oliendo a vino
A tus colores
al vacío
Por no haberte nunca conocido
Eres solo un rostro
Que se ilumina
hecho de fuego
De ardor
De intimidad
Nunca habrá forma de saberlo
Te desvaneces en el acto
Te percibo.
Como un ave que por fin ha encontrado
su sustento
Su presa
La fuerza de sus Deseos
Sueño con que puedas verme
Sentirme
Desde el lado opuesto de tu vista
Un punto ciego en el que yo existo
Y por el que no puedes vislumbrarme
Te miro
Busco tus ojos
Como el perro babeante
Que busca
Complacer
Al cazador
Para luego perderse en la bruma
Arrastrado por la corriente
Ignorando los últimos vestigios de ayuda
El amor ha vuelto a ti
Vuelves a tener corazón
Te disculpas en
cartas por tus confesiones
Y yo no puedo sino pensar en cómo sería
Ser la exigencia de tus afectos
Como tu lo eres de los míos
Mis labios ahora solo servirán para los rezos
Se ha teñido de cariño mi alma
Ahora espero a que vuelvas a mi
El mundo nunca fue más onírico
Sigo buscando tus miradas.
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