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Era una tarde pura y limpia

Las calles habían sido pintadas por un niño que no pensaba

En que todo se ensucia en algún momento

Y que colores de la tarde no se pueden imitar

Nunca quise pensar en eso.

 

Era una tarde pura y limpia

Y unos ángeles nos dieron la mano

Bajando desde el cielo

Desde un mundo que era completamente tuyo

Yo simplemente te seguí,

Pensando en que nadie se fijaría en mí

Y Nos llevaron a casa.

 

Desde ese momento no hizo falta que habláramos más

Ya no me recordabas a nadie

Ni había sombra que pudiese reflejarte más

Eras un rostro puro, nadie te había visto antes, acababas de nacer para mí.

 

 Todo alrededor era una distracción

Nítida, sin fondo

Una obra de alguien que no ves más allá de lo que tú desearas

Y al mismo tiempo era lo único que yo quería

Era lo único que nos quedaba.

 

Nunca habíamos hablado antes

Ni lo hicimos más desde ese momento

 Y la vida cobro sentido.



Aquel día en el que esos ángeles nos fueron a buscar a la calle

Supe que el mundo se convertiría en un deseo tuyo

Y lo acepte

Estaba bien.

 

 

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