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Hace unas horas

Estaba leyendo las cartas que me enviaste

Y la tinta comenzó a desvanecerse delante de mis ojos

Fue una lluvia oscura, inevitable

Pero tus palabras no paraban de llegar, y con ellas el miedo a no poder volver a leerte.

Estaba cansada, borracha, no pensé en ello demasiado, nunca te lo dije.

 

Esa noche hablamos sobre besos y ciclopes

Y recordé las palabras de mi profesora de literatura

Que me enseño la intimidad de leerle en voz alta alguien

Me sentí querida, y asustada

Mi mayor miedo es dormirme mientras me hablas

Perder alguna de tus bellas palabras.

 

Esta mañana te has subido a una perspectiva imposible

Conmigo a tu lado

Si cierro los ojos puedo verte

Tan de cerca

Es como si no dejases de estar ahí

Una proyección en mi cabeza, que me hace sonriera, una parte de ti está conmigo ahora

 Con tu permiso.

 

 

 

 

 

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