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Entre tu piel rosada, y tu carne abundante carne
Puedo ver tus grandes ojos castaños
Más brillantes que los de tu hermano
Más brillantes que los míos propios
Con la luz que le dan los ángeles
A los que recién han nacido.
Me miras con reconocimiento
Aunque aún no entiendes que yo pueda seguir viviendo
Cuando no estoy contigo
Tu hermano
Ya no sabe quién soy
La foto de su gran sonrisa
Que saque aquel verano
En el que decidí no
cortarme el pelo
Está colocada en la entrada de la casa de tu abuela
Siento que algún día tú serás como yo
Y que podremos volver a reconocernos
Si no me he ido
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