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El viejo Fermín fue una mañana

A cazar con sus dos galgos manchados

Al acercarse a la morada de su presa

Corrió Fermín tras ellos

Por su hambre cebado

 

Fermín dio así tres tiros

Mataronse dos lindos más la madre´

Que reconoció así inspeccionándola

Tirada en los pastos baldíos

 

Mas Fermín a la presa acorralada

Miro con culpabilidad

Recordó la desesperación

De aquel cuya persecución fue destinada

 

Decidió dejar al mochuelo

Y alimentarse con la madre

Al girarse vio así por última vez el cielo

Cayendo al rio, con el corazón en un duelo.